Le Tissier (n. Guernsey, Canal de la Mancha, 14 de Octubre de 1968) fue, con toda seguridad, uno de los jugadores ingleses con más calidad de los últimos veinte años, equiparable a Paul Merson o Paul Gascoigne. Jugadores todos ellos que vivieron y fueron partícipes de la transición de un fútbol duro y aguerrido, de balón a arriba y juego de cabeza al que ahora se practica en las islas, en los que predomina el balón al pie y el gusto por la técnica más que por la fuerza.
Sin embargo, si por algo Le Tissier no fue tan reconocido, si por algo su nombre nunca ha sonado con fuerza fuera de sus fronteras, sin duda fue por su amor a los colores de un equipo, el Southampton, más acostumbrado a luchar por evitar el descenso que por optar a cotas más altas. Nacido en Guernsey, una isla situada en el Canal de la Mancha, entre Inglaterra y Francia, Matt dedicó toda su carrera futbolística al club de sus amores, donde coincidió, entre otros, con Alan Shearer antes de su marcha al Blackburn. Poco a poco iban pasando a su lado jugadores que, más tarde o más temprano, terminaban aceptando un contrato para defender a otros clubes de mayor prestigio y objetivos. Él no, él decidió ser fiel a los Saints hasta convertirse en prácticamente un Dios entre los aficionados que, semana a semana, acudía a The Dell donde era recibido al grito de “he is God, Le God”. Allí jugó más de 500 partidos entre liga, Copa y Copa de la Liga, anotando más de 200 goles incluyendo 49 penaltis de 50 lanzados en quince temporadas (1986-2002).
le_tissier.jpgSus mejores años fueron, sin duda, desde la temporada 89/90 hasta la 94/95. En esos seis años, Le God anotó la friolera de 96 tantos en liga de entre los que destacó el que le marcó al Blackburn en la temporada 94/95, elegido “Gol de la temporada” y fue llamado en varias ocasiones para su selección. Sin embargo, Le Tissier nunca fue un fijo en el combinado nacional. De hecho, únicamente llegó a disputar ocho encuentros con la camiseta de los pross. A punto estuvo de que Glenn Hoddle le llevase con su selección al Mundial de Francia 98’. Sin embargo, a pesar de figurar en una preselección de 30 hombres, y como ocurió dos años antes en la Eurocopa de Inglaterra, se quedó fuera de la lista. Como curiosidad cabe apuntar que, debido a su procedencia, Le Tissier pudo elegir si jugar con Francia o con Inglaterra. El propio Matthew llegó a afirmar en una ocasión que si hubiese sido italiano o francés habría disputado muchos más partidos internacionales. Aún así, nunca se arrepintió de su decisión de defender a los tres leones.
Éste es Matthew Le Tissier, un genio que no quiso ser un grande. Fue feliz, jugó toda su vida para el equipo de su corazón, marcó un importante número de goles para su club, muchos de ellos de bellísima factura y tuvo a la grada de The Dell a sus pies, y eso es algo que muchos jugadores, por muchos títulos que ganen, nunca conseguirán. Los trofeos no lo son todo en el fútbol. Le Tissier lo demostró.
Biografía: by Notas de Fútbol
Compilado: by Shrek