En este blog se repasarán las carreras de los mejores jugadores que haya dado el mejor deporte del mundo.
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martes, 20 de febrero de 2007
Paolo Rossi
De un día para otro, de ser el ídolo de toda una nación se convirtió en el personaje más odiado del ambiente futbolístico en Italia. Y luego, le bastaron tan sólo 30 días para dejar su nombre en la historia dorada del Calcio.
Trayectoria
Paolo Rossi fue la gran revelación de la Copa del Mundo de Argentina 78. Sus actuaciones ayudaron a una selección italiana a terminar en el cuarto lugar del evento cuando directivos, prensa, afición y los propios jugadores tenían gran pesimismo antes de iniciar el certamen.
Cuando estaba en el mejor momento de su carrera un problema de apuestas y arreglo de partidos lo mantuvo en la congeladora por dos años. Regresó a la actividad futbolera justo unos días antes del inicio del mundial de España y, aunque empezó flojo, tuvo un cierre fulgurante que culminó con la obtención de la Copa FIFA.
El nuevo "Bambino de Oro", el sucesor de Gianni Rivera, nació un 23 de septiembre de 1956 en el poblado de Prato muy cerca de la ciudad de Florencia. Pasó parte de su niñez y juventud en el seminario pero estaba predestinado para el futbol.
Cuando tenía 17 años, después de formarse en el Cattolica Virtus de Florencia, fue fichado por la Juventus de Turín. Cedido al Como, Paolo hizo su debut en la Serie A en la campaña 75-76 en donde jugó seis juegos pero no anotó gol. Juventus volvió a cederlo en copropiedad al club Lanerossi Vicenza que se encontraba en la segunda división. Aquí fue cuando Rossi empezó a demostrar sus virtudes.
Máximo realizador con 21 tantos en 36 partidos contribuyó al ascenso del Vicenza a la división de honor en la temporada 76-77. Su nombre empezó a ser pedido por los "tifosi" para que el entonces técnico Enzo Bearzot, lo llamara para integrar el seleccionado italiano que se preparaba con miras al mundial de Argentina.
Ya en Primera, y con el Vicenza sorprendiendo a propios y extraños en la liga, Rossi debutó con la squadra azzurra el 21 de diciembre de 1977 en un partido ante Bélgica jugado en Lieja. Su actuación dejó satisfechos a todos y se empezó a hablar de Rossi como una promesa en serio para el mundial que se avecinaba.
Terminó en plan grande la temporada consiguiendo 24 goles que elevaron al Vicenza de manera increíble a la segunda posición en la Serie A y que le dieron el título de goleo. Con Paolo como máxima atracción con muchas dudas viajó Italia a su cita mundialista. Esos temores pronto se disiparon con la dupla Bettega-Rossi en el ataque italiano.
Será siempre recordada la jugada de pared entre estos dos delanteros que le hicieron a la zaga argentina para conseguir el único gol del partido que llevó a Italia al primer lugar de su grupo en la primera fase del mundial y que envió a Argentina a jugar la segunda fase a Rosario y mantuvo a los italianos en Buenos Aires.
Por un gol de 35 metros de distancia del holandés Arie Haan a veinte minutos del final Italia no llegó a la última instancia. Los italianos sucumbieron 2-1 ante Holanda en el juego decisivo para sacar a uno de los finalistas del mundial y se tuvieron que conformar con disputar el tercer lugar ante Brasil. Sin embargo, una selección que estaba predestinada para el fracaso antes de partir cumplió con más de lo esperado y encontró a Paolo Rossi, quien jugó los siete encuentros y anotó tres goles, a su nueva estrella y al sucesor del gran Gianni Rivera. Y apenas tenía 22 años.
Como presagio a lo que vendría después los tres tantos de Rossi en la Copa del Mundo (contra Francia, Hungría y Austria) sirvieron para victorias de los azules.
Paolo estaba en la gloria pero ahí mismo comenzó el infierno.
Con el porte del centro delantero clásico, haciendo gala de gran movilidad y oportunismo en el área, con una contundencia al momento de rematar ya sea con los pies con la cabeza, Rossi siguió haciendo goles concluido el mundial y con la etiqueta de famoso. Logró 15 con el Vicenza en la 78-79 pero el club se fue a pique y del subcampeonato un año antes terminó en el quinceavo lugar de la tabla y descendió a la Serie B.
A finales de 1979, jugando en calidad de préstamo con el Club Perugia, Rossi se vio envuelto en un escándalo de quinielas deportivas y partidos arreglados. Su equipo empató a dos goles con el Avellino, Rossi anotó los dos goles y tras investigaciones se descubrió que el juego había sido arreglado en beneficio de los apostadores, el Perugia fue sancionado y varios jugadores, entre ellos Paolo Rossi fueron sancionados.
El castigo fue brutal. Tres años de suspensión en la liga italiana sin poder tener actividad de manera profesional, sin duda era el fin de la carrera de Rossi.
Originalmente la sanción terminaba en 1983 pero el castigo tuvo una reducción de un año por lo que la sanción concluía en los primeros días de mayo de 1982, justo un mes antes del comienzo del mundial.
Paolo Rossi se perdió la Eurocopa de Naciones de 1980 celebrada en Italia y dos torneos de liga. Cuando Bearzot lo consideró para su lista final de 22 jugadores para la Copa del Mundo toda Italia alzó la voz.
¿Sería capaz un jugador fuera de la actividad casi dos años de llevar el estandarte de una de las naciones más importantes en el certamen? La primera fase del mundial provó esta teoría.
Rossi e Italia decepcionaron a todos. Dos empates a cero goles, una igualada a un tanto con Camerún le dieron tres puntos suficientes para avanzar a la segunda fase ¡por diferencia de goles¡.
Acomodados junto a Brasil y Argentina para la siguiente ronda nadie le daba esperanzas a Italia, pero de repente...
Como si fuera una olla a presión vino la explosión. Primero, la squadra azzurra venció a los campeones reinantes dos goles a uno y luego, la tarde del 5 de julio de 1982 en el Estadio Sarriá de Barcelona, Paolo Rossi hundió a los brasileños. Tres goles de diferente manufactura, a los 5, 25 y 74 minutos, mandaron a la verdeamarelha de vuelta a casa, pusieron a Italia en semifinales y se convirtieron en el despertar de Paolo Rossi.
Tres días después dos goles de Rossi contra Polonia enviaron a Italia a la final y pusieron a Paolo como líder goleador del torneo. Su renacimiento moral y futbolístico lo selló la tarde del 11 de julio en el Estadio Santiago Bernabeu cuando fue el anotador del primer gol de la final ante Alemania y puso el pase de gol para el segundo.
Los azurri tuvieron una gran tarde y se proclamaron campeones del mundo por tercera vez en su historia. Los "tifosi" y todo el mundo perdonaron al nuevo Bambino de Oro. Ganó el Botín de Oro al máximo goleador del evento y por segundo mundial consecutivo fue nominado en el once ideal del campeonato.
Su vida en Italia regresó a la normalidad y siguió llena de éxitos. Fichó con Juventus y con la "Vieja Señora del Calcio" conquistó el título de liga de la campaña 83-84, ganó la Copa Italia en la 82-83, 1 Recopa de Europa, 1 Liga de Campeones y 1 Supercopa Europea.
Sin embargo, las lesiones empezaron a minar su actividad. Bajó considerablemente su producción goleadora (anotó 10 goles en cincuenta juegos) y fue perdiendo potencia física. En 1985 fue transferido al Milán pero su rendimiento fue muy bajo. Alcanzó a formar parte de la nómina que vino a México al mundial del 86 pero por las mismas lesiones no jugó un solo juego.
Rossi e Italia fueron la sombra de aquel gran equipo de cuatro años atras y fueron eliminados por Francia en la segunda fase.
Terminada la Copa del Mundo, Rossi fichó con el Verona pero al final de 1987 habiendo jugado solo veinte juegos y anotado cuatro goles se retiró del futbol activo.
En once años de carrera jugó 251 partidos (Serie A y B) y anotó 103 goles. En Copas del Mundo jugó 14 encuentros, consiguió 9 goles y será por siempre recordado como el hombre que llevó a Italia de la mano al título mundial. El jersey con el número 20 en la espalda ya está en dentro de los inmortales del futbol mundial.
Actualidad
Paolo Rossi trabaja como comentarista de eventos deportivos en la televisión italiana.
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Créditos
Mundo Soccer
Después de aquel gran e inesperado triunfo en España,no hizo prácticamente nada destacable.Alberigo CARACCIOLA.
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